Este incremento se produce pese a la disminución de los ingresos hospitalarios por problemas cardíacos, lo que significa que los fallecimientos se producen en el hogar.
Estilo & VidaEl domingo
Las muertes por ataques cardíacos en Estados Unidos aumentaron sustancialmente a partir de la pandemia de covid-19, advierten investigadores del hospital Mass General Brigham de Massachusetts en un estudio publicado este viernes en la revista médica JAMA Network Open.
Analizando los certificados de defunción de 127.746 personas fallecidas en Massachusetts, Jason H. Wasfy, autor principal del trabajo, y su equipo descubrieron un aumento en la mortalidad por infarto agudo de miocardio (IAM) en un 17 % después de 2020. Cabe destacar que esta observación se produjo pese a la disminución de los ingresos hospitalarios por causas cardíacas, lo que significa que muchos de los fallecimientos se produjeron en el hogar.
Estos resultados sugieren que hay pacientes que están siendo "pasados por alto" hasta que es demasiado tarde, y "plantea la preocupación de que las personas con enfermedades cardíacas no hayan recibido la atención que necesitan desde la pandemia", dijo Wasfy. "Si no hubiéramos examinado la mortalidad utilizando los datos de los certificados de defunción, los aumentos en la mortalidad cardíaca poblacional podrían haber pasado desapercibidos", añadió John Hsu, coautor del estudio.
Al respecto, el Mass General Brigham señala que lo descubierto, además de resaltar "posibles deficiencias" en la atención cardíaca durante y en los años posteriores al punto álgido de la pandemia, ofrece la oportunidad de mejorar los tratamientos y la prevención de eventos cardíacos en personas con riesgo.
Esto podría atribuirse al "contagio emocional", que hace que los perros, al ser animales altamente sensibles, capten y reflejen las emociones de sus dueños, ya que, cuando experimentan emociones negativas, los humanos emiten ciertos patrones de comportamiento
. Las personas con cronotipos que favorecen horarios de sueño no convencionales podrían experimentar una menor calidad de sueño, lo que a su vez podría contribuir al deterioro de las funciones cognitivas con el tiempo.
Más allá de sus usos culinarios, se ha ganado un amplio reconocimiento por sus numerosos beneficios para la salud.
La investigación apunta que las mujeres son más susceptibles a esos cambios de la microbiota.
Según los datos de la investigación, los beneficios comienzan a notarse a partir de los 5.000 pasos diarios. Caminar 7.000 pasos redujo el riesgo de cáncer en un 11 %, mientras que alcanzar los 9.000 pasos diarios lo redujo en un 16 %.
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