Modesto Martínez Mejía plantea que las dificultades para el acceso al sistema de justicia son engorrosas y preocupantes

El miembro del CPJ advierte que los jueces trabajan con sobrecarga, en condiciones precarias y con sobresaturación, un problema de fondo que impacta a toda la estructura del sistema.

JusticiaAyer
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El miembro del Consejo del Poder Judicial (CPJ), magistrado Modesto Martínez Mejía, advirtió que la evaluación del sistema de administración de justicia es desastrosa debido a las falencias que generan dificultades para las personas que acuden a resolver sus conflictos.

Aseguró que el sistema de administración de justicia no solo resulta complicado para las personas vulnerables y afectadas por la pobreza, sino también para los propios abogados.

Manifestó que los jueces trabajan en condiciones muy precarias, con carencias y falta de recursos esenciales para el sistema de administración de justicia.

Tras participar en el programa Esferas de Poder, del periodista Federico Méndez, que se transmite los domingos de 8:00 a 9:00 de la mañana por RNN Canal 27, el magistrado señaló que hace muchos años que no se aumentan los salarios y que se necesitan mejores condiciones laborales.

Martínez Mejía planteó que el funcionamiento del sistema es tan engorroso que incluso una persona común, que no pertenece a grupos vulnerables, encuentra dificultades para acceder a la justicia.

Asimismo, consideró que el sistema está sobresaturado, ya que la cantidad de tribunales, jueces y personal no se corresponde con el número de procesos que ingresan cada año. Esta debilidad, según explicó, debe ser abordada porque es la raíz de la mayoría de los problemas que afectan al sistema de justicia.

“Usted se encuentra con un tribunal civil que tiene 60 o 70 audiencias por día, o un tribunal penal con 15, 20 o 30. Esa sobresaturación tiene un efecto muy negativo en la administración y gestión de justicia”, acotó.

El consejero del Poder Judicial sostuvo que no es posible gestionar ese volumen de casos con las herramientas actuales de las que disponen los jueces y servidores judiciales, lo que provoca que los procesos se dilaten más de lo debido.

Indicó que los jueces aplazan entre el 60% y el 80% de los procesos programados diariamente, lo cual está relacionado con otra debilidad que denominó “elasticidad procesal”.

Explicó que existe una flexibilidad excesiva en el sistema, lo que genera un problema de origen, ya que muchos procesos se ingresan sin estar listos para ser conocidos.

El magistrado citó el acceso a la justicia como uno de los grandes obstáculos que deben superarse, especialmente en un Estado de derecho que busca construir una sociedad basada en parámetros de justicia.
 

“El otro camino es que las personas renuncien a resolver sus diferencias a través de los canales regulares, con todas las consecuencias que eso conlleva. Cuando las personas no pueden acceder a la justicia, sufren una desconexión social, algo que ya estamos viendo con la falta de interés de un gran sector de la población en los temas nacionales”, agregó.

Martínez Mejía afirmó que es urgente resolver los problemas del sistema de administración de justicia, ya que, además del acceso, otra de las debilidades detectadas es el alto costo de la justicia.

“Ir a los tribunales en este país, acudir a la justicia, es un asunto para personas con una buena posición económica. Para quienes no tienen recursos, acceder a la justicia es muy difícil”, argumentó.

Dijo que es lamentable, pero las personas con pocos recursos solo acuden a la justicia en calidad de imputados, y no como usuarios de un sistema al que tienen derecho para reclamar y validar sus pretensiones.

“Es muy difícil ver a una persona de escasos recursos en los tribunales, y esto se debe precisamente a lo costoso que resulta. Cuando les cuestionan o muestran interés, terminan desistiendo”, puntualizó.

Observó que los jueces y servidores judiciales trabajan muchas horas extras, pero aún así no logran atender la gran cantidad de procesos existentes.

Afirmó que en la judicatura se observan las falencias que generan las dificultades que enfrentan las personas al acudir al sistema de administración de justicia, lo cual es motivo de numerosas quejas.

“Esas falencias las hemos identificado, las hemos estudiado y hemos elaborado propuestas para resolverlas, tras identificar los ejes en los que debemos trabajar para lograr una transformación”, explicó.

El juez de la Corte de Apelación del Distrito Nacional sostuvo que se requiere una verdadera transformación para ofrecer una justicia que satisfaga las expectativas de los ciudadanos.

“Las debilidades del sistema de administración de justicia en cuanto al acceso son totales. He planteado que no existe un acceso real a la justicia”, sentenció, al tiempo que mencionó que presenta estos fundamentos en su obra titulada Nuevo paradigma para la justicia, publicada recientemente.

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