Denuncian y aun así son asesinadas

Opiniòn 19 de julio de 2022 Yanira Fondeur
Yadira-Fondeur

Promoviendo la Paz

¿Hasta cuándo estaremos lamentando que mujeres que se arman de valor para denunciar sus agresores a las autoridades, terminan siendo asesinadas?

 No han sido ni uno ni dos los casos de feminicidios cuyas víctimas han buscado ayuda y las autoridades les han fallado, no las han protegido y mueren en manos de sus verdugos antes denunciados. 

 Desde este espacio, elevamos nuestra voz para instar a las autoridades que aúnen esfuerzos y garanticen el inminente peligro en que viven las mujeres víctimas de violencia, principalmente aquellas que denuncian a sus agresores y las perciben como objeto de su propiedad. 

 Dos casos en esta semana muestran la realidad. Los asesinatos de Milka Peña y Maribel Cuevas causan indignación y requieren ser visibilizados para que NO sigan sucediendo. 

 Milka tenía 35 años y era madre de dos menores, vivía en Dajabón y desesperada por toda la violencia a que la sometía su ex pareja  Leonel Alcántara,  después de haber denunciado a las autoridades y sentir que su vida corría peligro,  decidió grabar y difundir un video por las redes sociales implorando ayuda. 

 “Mi ex pareja intentó estrangularme, me dio varios martillazos en la cabeza, tengo varias heridas, tengo puntos y me siento amenazada. Me agarró por el cuello, quería auto determinar, quería matarme y me siento aterrorizada, no tengo paz, no puedo dormir, porque siento que viene por mi” había expresado la joven mujer ahora asesinada.

 A seguidas, precisó “Fui a la policía anoche, pero no me sentí que me dieron ayuda, como ese apoyo. Espero que las autoridades cumplan, que no sea otro caso más, como siempre pasa. Temo por mi vida, es algo penoso estar en las redes  por esta situación”.

 No obstante esta denuncia pública, y a pesar de sus esfuerzos de mantenerse con vida, de haberse armado de valor para implorar ayuda, su agresor además de propinarle otros más martillazos en la cabeza, terminó  degollándola con un arma blanca para luego suicidarse. 

 En tanto que, Maribel Cuevas con tan solo 18 años y madre de dos hijos, llevaba apenas un mes de separada de Alexander Rodríguez y ante las amenazas que recibió de él, recurrió al Ministerio Público de Pedernales para denunciarle y aun así fue asesinada en su hogar, siendo apresado su homicida.

 Amables lectores, cabe preguntarse ¿Podemos hablar de seguridad ciudadana en el país a pesar de la alta tasa de feminicidios? ¿Valorarán las víctimas los llamados de las autoridades a denunciar a sus agresores?

 Necesitamos policías, fiscales y jueces más comprometidos con la grave problemática social, de derechos humanos y salud pública, que a cada caso le pongan especial atención y presten todos sus esfuerzos en garantizarles la vida a las denunciantes.

 “Ni una más” debe ser una consigna fija en la mente y acción de las autoridades, recordándoles que actuando con presteza les garantizan su derecho constitucional de vivir libre de violencia.

 La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia

@Yanira_Fondeur

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