El abuso virtual un delito que afecta a las jóvenes

Opiniòn 23 de febrero de 2021 Yanira Fondeur
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Una joven universitaria sociable, inteligente y carismática llamó la atención de  un estudiante de su centro de estudio, quien nunca se atrevió a hablarle en persona, pero que la seguía en todas sus redes sociales, archivando sus fotografías, hasta que comenzó a escribirle mensajes inapropiados, asegurándole saber los lugares dónde estuvo y con quien, lo cual comenzó a preocupar a la joven.

La chica desconocía de quién se trataba, en razón de que no se identificaba, pero gracias a que tenía buena comunicación con sus progenitores pudo expresarles su angustia y lo denunciaron a las autoridades, lo que frenó la acción de acoso que había iniciado el joven.

Como este caso existen cientos de adolescentes víctimas de acoso cibernético, como el de una menor de 12 años, que apenas salía de su hogar y había entablado una relación amorosa con otro supuesto menor, con quien pretendía reunirse muy pronto y ante los cambios de comportamiento que sus padres notaron le advirtieron de que su interlocutor podría tratarse de un adulto.

Mueve a mucha preocupación que, en el mundo virtual en que estamos inmersos, un estudio de la entidad  Plan Internacional en el país determinara que el 94 por ciento de la juventud ha reportado sufrir algún tipo de abuso en redes sociales.

¿Puede una joven disfrutar de la paz y tranquilidad que merece sufriendo acoso a través de las distintas plataformas sociales? La respuesta es muy simple: No.

Cuando nos referimos a acoso cibernético lo identificamos cuando la tecnología es utilizada para intimidar, manipular, menospreciar, amenazar o humillar a través de mensajes, fotografías o videos.

Como medidas de  prevención,  las jóvenes  deben tomar conciencia de que el único responsable del acoso virtual es quien ejecuta, que es importante  mantener la configuración de privacidad para aceptar sólo a aquellas personas que realmente conozcan, con quienes desee compartir sus publicaciones y que deben de tratar de no identificar el lugar donde se encuentran.
Además, es preciso orientarlas que cuando se sientan acosadas deben actuar con calma, buscando ayuda de su red de apoyo, ya sea de familiares o amistades, ya que el uso del internet hace que se convierta en viral la difusión de cualquier mensaje, ya sea un rumor, una foto o video a veces hasta por la creación de una cuenta falsa.

La consecuencia más común en ese tipo de  delito es lesionar la autoestima de la joven lo cual le provoca insomnio, inseguridades, ansiedad y cambio de humor, entre otros efectos, lo que amerita ser tratada con paciencia y sabiduría por parte de los padres, madres o tutores y no con represalias, ira o violencia.

Ante el alto porcentaje de jóvenes afectadas apoyamos el proyecto Appttiv@s niñas y adolescentes contra la  ciberviolencia, que ha lanzado recientemente la Embajada de los Estados Unidos de América en el país, lo cual les ayudará a desarrollar autocuidado en pro de su desarrollo personal y profesional.

Como dice el refrán más vale prevenir que remediar.

Es propicio el momento de que, padres y tutores estemos más vigilantes del acoso que puedan estar sufriendo las niñas o adolescentes en nuestros entornos para así evitar situaciones que podrían causar detrimento de su paz y bienestar.

La autora es la presidenta de la Fundación Vida Sin Violencia.

Twitter: @Yanira_Fondeur

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