Activista contra la IA desparece en extrañas circunstancias

Kirchner, de 27 años y uno de los rostros más visibles de Stop AI, sigue desaparecido desde el 21 de noviembre, cuando tuiteó que ya no era parte de esa empresa, que había cofundado

Inteligencia ArtificalHace 2 horas
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Sede de OpenAI en San Francisco. Smith Collection/Gado / Gettyimages

La Policía de San Francisco (California, EE.UU.) sigue buscando a Sam Kirchner, activista contra la inteligencia artificial, cuyo paradero es desconocido desde hace tres semanas, según documentos policiales y reportes mediáticos estadounidenses.

Kirchner, de 27 años y uno de los rostros más visibles de Stop AI, sigue desaparecido desde el 21 de noviembre, cuando tuiteó que ya no era parte de esa empresa, que había cofundado, y que reclama la prohibición permanente del desarrollo de la inteligencia artificial en general, alegando el peligro de una masiva pérdida de empleos e incluso la extinción humana.

El rastro del activista se pierde en West Oakland. Según Stop AI, sus empleados mantuvieron contacto con Kirchner hasta la noche del jueves 20 de noviembre. A la mañana siguiente, al acudir a su domicilio, miembros del grupo de trabajo encontraron la puerta abierta, la vivienda vacía y tanto el teléfono como el ordenador portátil del activista abandonados en el interior. Desde entonces, nadie dice haberlo visto ni haber hablado con él.

Algunos miembros sugirieron que podría estar acampando en algún lugar, ya que junto con él desapareció su bicicleta.

El mismo 21 de noviembre, Kirchner dejó de presentarse a una vista de su juicio en San Francisco por acciones previas de desobediencia civil frente a las oficinas de OpenAI, empresa desarrolladora de IA, motivo por el cual un juez emitió una orden de detención.

El mismo día, Stop AI afirmó en un texto difundido en X que Kirchner había agredido físicamente a otro integrante de la empresa, días atrás, al exigir infructuosamente acceso a fondos de la compañía. En ese comunicado, la organización describe un "comportamiento volátil y errático" y afirma que las declaraciones de Kirchner, en las que renunció a la no violencia en la política del grupo, hicieron temer que pudiera "adquirir un arma para usarla contra empleados de compañías que persiguen la superinteligencia artificial". Stop AI asegura que le bloqueó el acceso a dinero, lo expulsó de la organización y notificó sus temores a la policía.

"Su paradero e intenciones actuales son desconocidos; sin embargo, nos preocupa que Sam Kirchner pueda ser un peligro para sí mismo o para otros", señaló Stop AI en su mensaje.

De acuerdo con un boletín policial fechado el 21 de noviembre y citado por la prensa local, dos personas que conocían a Kirchner advirtieron a la Policía que el activista atravesaba una crisis de salud mental y había amenazado con acudir a varias sedes de OpenAI en la ciudad "para asesinar gente". En esas mismas comunicaciones se relata que Kirchner había manifestado previamente su intención de adquirir armas de alto poder, lo que llevó a las autoridades a difundir internamente un alerta de que podía estar armado y ser peligroso.

Las denuncias culminaron ese mismo día con el cierre y confinamiento temporal en la sede de OpenAI en San Francisco, tras un aviso interno sobre un activista de Stop AI que habría expresado interés en causar daño físico a empleados, aunque el nombre de Kirchner no figuraba en las comunicaciones.

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