Guardias del Louvre se negaron a trabajar tras el 'shock' por el robo

El robo del siglo al Museo del Louvre en París ha puesto en duda las medidas de protección vigentes en el lugar, mientras que el personal de seguridad se negó a trabajar el lunes exigiendo garantías antes de retomar sus labores.

Los funcionarios de seguridad del museo, que no están armados, estaban tan conmocionados por lo sucedido que se negaron a trabajar hasta que el director del establecimiento les informe sobre los refuerzos que se desplegarían, reportó The New York Times, citando a la líder del sindicato Solidarios Unitarios Democráticos (SUD), Sarrah Abdelhedi.

Antes del robo, los sindicatos del museo ya habían advertido sobre problemas estructurales, así como falta de personal. "Es todo el sistema de vigilancia del museo el que está obsoleto hoy en día", dijo Alexis Fritche, secretario general de la sección cultural de CFDT, un sindicato nacional. "Falta personal para la vigilancia, pero también para la evacuación en caso de emergencia", agregó.

Según un informe preliminar del Tribunal de Cuentas, auditor nacional de Francia, filtrado por la prensa local el lunes, existían fallos de seguridad en el Louvre antes del robo, con retrasos considerables y persistentes en la modernización de las instalaciones técnicas del lugar.

El documento, que será publicado en su totalidad en noviembre, detalla que un tercio de las salas del sector Denon, donde se encuentran la Galería de Apolo, que fue asaltada el domingo, y la Mona Lisa, carecen de cámaras de vigilancia. Mientras que en el sector Richelieu, tres cuartas partes de las salas no cuentan con equipo de videovigilancia.

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Además, los sindicatos denuncian la disminución de personal de seguridad. Entre 2014 y 2023, el número de guardias del museo se redujo de 994 a 856, según Julien Dunoyer, un líder de la unidad del Louvre del sindicato SUD, que ha trabajado allí como agente de seguridad durante 21 años.

Al mismo tiempo, advierten que las continuas renovaciones, trabajos de reparación y andamios para eventos de recolección de fondos dificultan a los empleados detectar comportamientos sospechosos. "Cuanta más gente exterior este trabajando alrededor del Louvre, más difícil será diferenciar quién debería estar allí", dijo Dunoyer.

La mañana del domingo pasado, un grupo de ladrones encapuchados irrumpió en el Museo del Louvre. Lo individuos ingresaron a la sala Apolo y en apenas siete minutos lograron tomar varias joyas de la colección de la familia imperial de Napoleón, entre ellas un collar, un broche y una tiara; aunque posteriormente se informó que una de las piezas sustraídas fue hallada en el exterior del museo. Se trataría de la valiosa corona de la emperatriz Eugenia, que sufrió daños.
Los ladrones utilizaron una amoladora angular para romper varias ventanas y dos de ellos ingresaron al museo, mientras un tercero permanecía en el exterior. Tras lograr su cometido, los delincuentes huyeron del lugar y aún no han sido capturados.