Programa de Alimentación Escolar combate la malnutrición en el país

El director del INABIE, destacó las acciones que desarrolla la institución para reducir los niveles de malnutrición en la comunidad educativa pública

Educación28 de octubre de 2024
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La implementación del Programa de Alimentación Escolar (PAE) que dirige el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) juega un papel fundamental en el combate de la desnutrición, el sobrepeso y la obesidad en la República Dominicana, así quedó evidenciado en el conversatorio "El rol de la alimentación escolar en la reducción de la malnutrición”, en el que varios expertos en la materia analizaron la problemática de la nutrición infantil y su vínculo directo con el desarrollo del país.

En el conversatorio participaron como panelistas el director ejecutivo del INABIE, Víctor Castro; el viceministro de Planificación e Inversión Pública del Ministerio de Economía, Jefrey Rafael Lizardo; la representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Ana María Díaz; la directora de Nutrición de Salud Pública, Patricia Grullón; con la moderación de la Dra. Mariella Ortega, especialista en Seguridad Alimentaria de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO); y las conclusiones de la Dra. Ana Carolina Báez, directora de Salud y Nutrición del INABIE. 

Durante la jornada, el director del INABIE, destacó las acciones que desarrolla la institución para reducir los niveles de malnutrición en la comunidad educativa pública, enfatizando el papel determinante del Programa de Alimentación Escolar (PAE).

“Así como el PAE ha jugado un papel fundamental para reducir la pobreza monetaria, también ha sido crucial en la mitigación de la malnutrición en el país, y reconocemos que hay un camino largo que atravesar”, expresó Castro. 

Durante el conversatorio, la Dra. Ana Carolina Báez, quien, además, es especialista en Nutrición Clínica, Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria, expuso que para 2012, la Encuesta Nacional de Macronutrientes (ENM) reveló que la cifra de riesgo de desnutrición, desnutrición moderada y severa en la población infantil estaba situada en 12.9% y el sobrepeso y la obesidad en 13.6%. 

Diez años después, aunque con una metodología diferente, el estudio "Estado Nutricional de los escolares beneficiarios del Programa de Alimentación Escolar de República Dominicana (ENPARD) 2022)” realizado por INABIE y Salud Pública, mostró un descenso a 3% de desnutrición en la población escolar, una cifra reveladora del éxito del país en el indicador Hambre Cero del Objetivo de Desarrollo Sostenible. Estos 10 años de diferencia entre un estudio y otro coincide con la inclusión del almuerzo en las escuelas públicas.

Logrado este descenso, la doctora explicó que el INABIE trabaja en la reducción del sobrepeso y la obesidad, luego de que el referido estudio también revelara la prevalencia de sobre peso y obesidad en el 31% en la población escolar. 

 "Es crucial reconocer la importancia de la nutrición en el desarrollo físico y cognitivo de nuestros estudiantes. Desde el INABIE, hemos implementado medidas como la reducción de azúcar, sal y grasas en los menús escolares distribuidos diariamente en los centros educativos", afirmó Báez.

Ante esta situación, la directora de Nutrición de Salud Pública, Patricia Grullón, subrayó el vínculo entre la mala alimentación y el aumento de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, además de la doble carga de la alimentación inadecuada que enfrenta el país: desnutrición, por un lado, y sobrepeso y obesidad, por otro. Durante el conversatorio presentó las estrategias implementadas para la prevención de enfermedades crónicas a través de una mejor nutrición en el país. 

El impacto económico de la malnutrición

El viceministro de Economía, Jefrey Rafael Lizardo, profundizó en el impacto económico de la malnutrición y la pobreza en la República Dominicana, explicando los indicadores clave que se utilizan para medir la pobreza monetaria y las consecuencias económicas de la malnutrición, tales como el hambre, la obesidad y la desnutrición crónica. 

Lizardo también resaltó cómo el PAE ha contribuido a reducir el hambre y la pobreza, mejorando la calidad de vida de los estudiantes y sus familias en las zonas más vulnerables.

Combatiendo el hambre en la región

Ana María Díaz, representante residente del PNUD, indicó que una de las principales manifestaciones de la pobreza y la desigualdad en América Latina y el Caribe es el hambre. “Por eso, se diseña la hoja de ruta del ODS 2 ‘Hambre Cero’. Esta situación es el resultado de múltiples factores, incluyendo bajos ingresos, desigualdad en la distribución de recursos, y limitado acceso a mercados y alimentos nutritivos”. 

Dijo que el enfoque de la pobreza multidimensional del PNUD comprende dimensiones más allá de la capacidad para generar riqueza. Entre los indicadores se encuentra la inseguridad alimentaria, reflejando que a pesar de que la República Dominicana ha progresado, el 50.5% de los hogares multidimensionalmente pobre están privados en este indicador. 

La especialista en Seguridad Alimentaria de la FAO, Dra. Mariella Ortega, quien fungió como moderadora del conversatorio, subrayó la importancia de la colaboración entre diferentes sectores para combatir la malnutrición y señaló que la participación de organismos internacionales, instituciones públicas y el sector privado es esencial para avanzar en este desafío.

El conversatorio fomentó la discusión pública sobre la alimentación escolar y exploró nuevas oportunidades de cooperación para mejorar las políticas en materia de nutrición en el país. Todas las organizaciones participantes reafirmaron su compromiso de garantizar que cada estudiante en la República Dominicana tenga acceso a una alimentación adecuada, reconociendo que esto es clave para su desarrollo físico y cognitivo.

La actividad, que tuvo lugar en el auditorio de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD) por iniciativa del INABIE, concluyó haciendo un recordatorio de que la lucha contra la malnutrición es una responsabilidad compartida, y los esfuerzos combinados a nivel nacional e internacional son fundamentales para superar este reto que afecta a toda la sociedad.

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