Un “denunciante”, quien ha acusado repetidamente a los Biden de corrupción, fue acusado por el Departamento de Justicia de traficar armas, actuar como agente extranjero para China e infringir las sanciones a Irán.

Gal Luft, que es ciudadano tanto de los Estados Unidos como de Israel, está acusado de pagarle a un exasesor de Donald Trump en nombre de mandantes en China en 2016 sin registrarse como agente extranjero.

Los fiscales afirman que Luft orilló al exempleado del gobierno, cuyo nombre no se menciona, a impulsar políticas favorables para China.

También alegan que organizó reuniones entre funcionarios de Irán y una empresa de electricidad china para discutir acuerdos petroleros, una alianza que infringiría las sanciones estadounidenses.

Además, sostienen que Luft “conspiró con otros e intentó negociar transacciones ilícitas de armas con, entre otros, ciertas personas y entidades chinas” al trabajar como intermediario para encontrar compradores y vendedores de “ciertas armas y otros materiales”, infringiendo así la Ley de Control de Armas de Estados Unidos.

En particular, los fiscales señalan que intentó negociar la venta de armas antitanque, lanzagranadas y proyectiles de mortero a Libia por parte de empresas chinas, y también presionó para que los Emiratos Árabes Unidos compraran bombas y cohetes, y para que Kenia adquiriera vehículos aéreos no tripulados capaces de atacar objetivos en tierra.

A Luft, de 57 años, lo arrestaron en Chipre en febrero por cargos estadounidenses, pero huyó después de ser puesto en libertad bajo fianza mientras esperaba la extradición y actualmente no se encuentra bajo custodia estadounidense.

El fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, dijo en un comunicado que Luft “participó en múltiples esquemas delictivos graves”.

“Subvirtió las leyes de registro de agentes extranjeros en los Estados Unidos para tratar de promover las políticas favorecedoras para China actuando a través de un exfuncionario de alto rango del gobierno de los Estados Unidos; actuó como intermediario en acuerdos de armas peligrosas y petróleo iraní, y dijo múltiples mentiras sobre sus delitos a las fuerzas del orden”, reveló Williams.

“Tal como reflejan los cargos revelados hoy, nuestra oficina seguirá trabajando enérgicamente con nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley para detectar y responsabilizar a aquellos que intentan perpetrar en secreto campañas de influencia extranjera maligna aquí en los Estados Unidos”.

La subdirectora interina a cargo de la oficina local del FBI en Nueva York, Christie Curtis, dijo que “el acusado participó en múltiples esquemas para evadir sanciones y leyes destinadas a proteger nuestra seguridad nacional”.

 
“El FBI está decidido a defender a nuestra nación haciendo cumplir las leyes diseñadas para promover la transparencia de la influencia extranjera dentro de los Estados Unidos”, agregó.

Sin embargo, el fundador del grupo de expertos, ahora imputado, afirma que los cargos no tienen fundamentos y acusó al gobierno de Biden de atacarlo porque es uno de los presuntos informantes que los republicanos han presentado como prueba de que el presidente Joe Biden y su familia son corruptos.

En un extraño vídeo informado por primera vez por el New York Post, Luft afirma que su arresto en Chipre tenía como objetivo evitar que compareciera ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes controlado por el Partido Republicano sobre supuestos pagos a la familia Biden supuestamente recibidos de individuos vinculados a la inteligencia china.

El fugitivo también afirmó que ofreció evidencia que respaldaba sus afirmaciones al FBI en marzo de 2019, pero que nunca se le dio seguimiento.

“Yo, que me ofrecí como voluntario para informar al gobierno estadounidense sobre una posible infracción de la seguridad y sobre información comprometedora acerca de un hombre que compite por ser el próximo presidente, ahora estoy siendo perseguido por las mismas personas a las que informé, y es posible que tenga que vivir huyendo el resto de mi vida”, expresó. “Advertí al gobierno sobre el riesgo potencial contra la integridad de las elecciones de 2020… Pregúntense, ¿quién es el verdadero delincuente en esta historia?”.

Luft también dijo que evitó la fianza y huyó después de su arresto porque no creía que pudiera recibir un juicio justo en Nueva York.

Kyle Herrig, el director ejecutivo del Proyecto de Integridad del Congreso, dijo en un comunicado que el caso de Luft muestra que “no hay nada más corrupto que los extremos a los que los republicanos MAGA llegarán para preservar y expandir su propio poder, incluida la asociación con otros actores corruptos, incluso supuestos espías del Partido Comunista Chino”.

“¿James Comer, Jim Jordan y Kevin McCarthy sienten la más mínima vergüenza? Al parecer no. Para empezar, el caso contra el presidente Biden se basó en puras teorías de conspiración, pero en las últimas semanas hemos visto cómo sus acusaciones se derrumbaron aún más”, observó. “Los cargos de hoy se suman a seis meses de miseria y fracaso para los republicanos MAGA cuyas artimañas políticas no han logrado descubrir una sola pieza de evidencia que vincule al presidente Biden con ningún delito en absoluto”.

Un portavoz de la Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de The Independent.